“El indio jamás será más pobre ni más rico, no con la libertad que se le concede, no con la presión que se figura padece. Él come, bebe y viste según traje, sin salir de sus usos y costumbres. El más racional suele añadir a su vestuario un capote de paño ordinario, unos calzones de tripe, una camisa de pontiví y unos zapatos. Esta es, con corta diferencia, la gala y fausto de los indio en las más ricas provincias, por ejemplo en la de Oaxaca, por el fuerte giro de la granas.”
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