“No menor precio hubiera tenido el comercio de la seda, si a la industria y actividad de los mixtecas se hubiese dado la debida libertad. Desde el principio de la conquista se aficionaron al cultivo de la morera, de que formaron grandes bosques, como hemos visto. Los guanos, en manos de los indios, se propagaron admirablemente, y las hermosas y brillantes telas que tejieron eran comunes en tiempo de la primera Audiencia y del primer virrey.1 Dos enemigos poderosos trabajaron para entorpecer y, al final, ahogar del todo esta bella industria; el primero fue la avaricia de los encomenderos, que a despecho de la justicia, pretendían aprovechar solos las utilidades, arrebatando a los indios el fruto de su actividad, por lo que éstos prefirieron destruir las plantaciones de morera y matar gusanos. El segundo enemigo fue el gobierno y las leyes que la prohibieron en las Américas, monopolizándola en favor de alguna provincia de península.”

Lee más de la Historia de Oaxaca, de José Antonio Gay (1950), en la que describe los intentos de crear una industria textil en la provincia de Antequera durante el siglo XVIII. Descarga: Seda, añil y algodón_Gay

error: Contenido protegido.